Conforme avanza 2025, el debate entre renta fija y renta variable deja de ser una elección táctica y se convierte en una decisión estratégica. El entorno macroeconómico ya no ofrece rendimientos extraordinarios en automático: obliga a afinar el análisis, entender el ciclo y ajustar posiciones con visión patrimonial.

El escenario actual exige más que intuición. La pregunta no es si la renta fija dejará de ser atractiva, sino cómo capitalizar el cierre de ciclo de tasas altas antes de que las condiciones cambien.

Ventana en curso: tasas en retroceso, pero aún atractivas

Banxico ha comenzado a recortar tasas, de forma prudente, pero clara. El 26 de junio redujo en 50 puntos base la tasa de referencia, dejándola en 8.00 %, el nivel más bajo desde agosto de 2022. Este contexto sugiere que los rendimientos de instrumentos de deuda ya alcanzaron su pico, y la ventana para asegurar tasas preferenciales se está cerrando rápidamente.

Para los inversionistas, esto no implica abandonar la renta fija, sino reconfigurarla. Instrumentos con tasas escalonadas, vencimientos amplios y estructuras defensivas pueden seguir ofreciendo una excelente relación riesgo-retorno frente a un mercado aún volátil y selectivo.

Renta fija: eficiencia en periodos de ajuste

El atractivo de la renta fija en este entorno no radica sólo en su seguridad, sino en su capacidad de generar alfa ajustado por riesgo, especialmente si se eligen bien los plazos, emisores y estructuras.

Los beneficios clave para el inversionista institucional o patrimonial son:

  • Certeza de flujo en un entorno de alta dispersión en los activos de riesgo.
  • Mitigación de volatilidad de portafolio, particularmente si se complementa con rutas de duración intermedia.
  • Posibilidad de bloquear tasas por encima del promedio histórico, antes de una normalización monetaria más agresiva.

En otras palabras: la renta fija no es refugio, es planeación anticipada. Especialmente en México, donde los diferenciales respecto a otros mercados siguen siendo atractivos para instrumentos en pesos.

Renta variable: oportunidad selectiva, no generalizada

Es cierto que, cuando las tasas de interés bajan, la renta variable —como las acciones— suele volverse más atractiva. Pero eso no significa que todas las opciones en bolsa vayan a subir con estabilidad.

Hoy, invertir en acciones requiere ser más cuidadoso: muchas empresas ya tienen precios altos y hay incertidumbre económica global. Además, con la renta fija ofreciendo rendimientos atractivos y estables, ya no es tan evidente que tomar más riesgo implique ganar más.

Replanteando tu perfil de riesgo

Tradicionalmente se hablaba de inversionistas “conservadores”, “moderados” o “agresivos”. Sin embargo, en el presente esa clasificación se queda corta.

Actualmente también conviene preguntarse:

  • ¿Tiene sentido mover tu dinero a mercados internacionales que no están mostrando señales claras de crecimiento?
  • ¿Estás dejando tu dinero en instrumentos que no te están generando nada?
  • ¿Tu portafolio está adaptado al entorno o se quedó en otro ciclo?

La gestión del riesgo es más que protegerte de pérdidas. También es tomar decisiones inteligentes para no perder oportunidades reales de crecimiento. Y en 2025, eso muchas veces significa seguir apostando por instrumentos de renta fija bien seleccionados.

Momento clave para decisiones con visión

Además de buscar la mejor tasa de rendimiento, es relevante encontrar el punto de equilibrio entre rentabilidad, contexto económico y plazo. Y ese punto ideal sigue estando en instrumentos de deuda bien estructurados.

Este es el tiempo para:

  • Revisar los plazos de tus inversiones y escalarlos.
  • Aprovechar tasas aún competitivas, antes de que sigan bajando.
  • Diseñar un enfoque de inversión que funcione incluso si el entorno se vuelve más retador.

En Banco Covalto, entendemos que no se trata sólo de invertir, sino de hacerlo en el escenario correcto y con información clara.

Por eso, ofrecemos opciones de inversión diseñadas para capitalizar este entorno único, como instrumentos con tasas fijas competitivas a plazos de hasta 2 años e inversiones con tasa variable ligada al valor de los Cetes. Todo, alineado al perfil, horizonte y necesidades de cada cliente.

Preserva el valor de tu dinero y hazlo crecer, con inteligencia y visión estratégica.

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